Sobre...
...nuestra historia
Durante algún tiempo, miembros de la Primera Iglesia Evangélica Bautista de Madrid (en adelante PIEBM) residentes en la zona noroeste sienten la necesidad de comenzar algún trabajo misionero en la Sierra Noroeste de Madrid. Tienen lugar algunas reuniones aisladas en los hogares de estor hermano concretamente las familias Sánchez-Rodrigo, Andavert-Rodrigo y Sánchez-Cardos, quienes invitan, a su vez, a creyentes que residen en la zona. Durante 1993, y coordinados por el pastor Raúl García, se celebran cultos algo más continuos en el hogar de la familia Sánchez-Cardos, en Las Matas.
Sin embargo, el inicio propiamente dicho del Punto de Misión de Villalba, que depende de la PIEBM, tiene sus inicios en el verano de 1994. Durante Julio y Agosto de aquel año, se reunió en El Escorial el equipo de revisión de la RVR 95 de Sociedades Bíblicas. De ese equipo forman parte, entre otros, el director de la Sociedad Bíblica de España, pastor y miembro de la PIEBM, y Cosme Damián Vivas Valencia, profesor del Seminario Bautista en Cali, Colombia, y pastor de la Iglesia Bautista de Palmira, en Colombia. Este último informa al Pr. Andavert de que en Torrelodones vive una hermana de su iglesia de Palmira. Acuden a visitar a Carmen Tulia Morales, y encuentran una situación propia de la emigración: vivienda compartida por varias personas de Colombia, siendo algunas de ellas creyentes.
Movido por el Señor, el Pr. Andavert, viendo que estas mujeres no se congregaban -excepto Flor María Flórez, que asistía a la Iglesia de Asambleas de Dios de la calle Fernando Díaz de Mendoza, en Madrid-, les propone inicar un culto semanal en su hogar. El Pr. Andavert informa de inmediato de esta oportunidad misionera al Pr. Emmanuel Buch, quien corresponde con su apoyo indicándole, a su vez, que si lo hace él -Andavert- está dispuesto a liderarlo. En este momento, el Pr. Andavert asume la responsabilidad.
Leer másPronto, a este culto se unen los matrimonios Sánchez-Rodrigo y Boente-La Calle, quienes serán clave en este trayecto misionero. A los pocos meses, más de 18 personas se reunen regularmente en la casa de Carmen Morales y Flor María Flórez, en Torrelodones.
Aproximadamente, al año de inciarse la misión en el hogar ya mencionado, el Pr. Andavert considera la necesidad de buscar un local para la congregación naciente. Presentado el proyecto a la PIEBM, ésta asume la misión dirigida por el Pr. Andavert quien responde de la gestión al Pr. Buch.
Concretamente, en Junio de 1995 se alquila un local en la calle Virgen del Pilar, 4. Por decisión expresa del Pr. Buch, y respaldado por la PIEBM, el Pr. Andavert es formalmente el responsable y nexo de unión entre estos hermanos, que forman el nuevo Punto de Misión, y la PIEBM. En Noviembre de ese año, se inaugura formalmente el lugar de cultos, iniciándose cultosdominicales matutinos, a la par que algunos hermanos van a continuar participando de los cultos cultos vespertinos en ela Iglesia en Gral. Lacy, y bajo la supervisión del Pr. Buch, quien regularmente visitará el Punto de Misión, que es informado de la marcha del mismo por el Pr. Andavert.
Leer másEl número de hermanos que se reúnen en el Punto de Misión aumenta, siempre apoyados por las familias Sánchez-Rodrigo, y durante una larga etapa por la familia Boente-La Calle, además de varios seminaristas (curso 96-97, Francisco Montayo; curso 97-98, Ismael Carrió; y curso 2004-05, Joaquín Márquez y Sara Lobato), y la ayuda inestimable de los misioneros Baker.
En el año 1999, el Pr. Andavert indica al Pr. Buch su deseo de ser relevado como responsable del Punto de Misión de Villalba por alguien que pueda dedicarle más tiempo, dado el constatable crecimiento del mismo; y ese mismo año se incorpora como pastor-misionero el Pr. Carlos Alberto Pires.
Se inicia otra etapa de crecimiento y consolidación del Punto de Misión bajo el ministerio del Pr. Pires. Se incorporan, además, en esa época los hermanos Fernando Fuente y Rocío Hidalgo, y Juan San León, junto a su esposa Pilar e hijas, quienes también serán claves en el desarrollo de la iglesia por su dedicación; y éstos van a desarrollar un arduo trabajo en la labor pastoral, en la formación de diversas células en varios pueblos de la zona, así como en el mantenimiento de las diversas reuniones de oración y cultos de la Iglesia. También será clave la incorporación de la familia Cordero-de Paz, especialmente en el ministerio Social, llevado a cabo por Sara de Paz.